jueves, 28 de abril de 2011

Dos hombres cuales vieron el océano Pacífico como primeros de Europa

Hola a todos! No adivináis donde estoy ahora... en en cielo sobre America Central ;) Veo todo muy bien, todas las tierras en cuales estuve hace muchos años. Me acuerdo de unos viajes que fueron importantes. Ya lo sabéis, yo soy el gran hombre quien exploro America Central y Colombia! Yo siempre era una persona de fuerte carácter y nunca logré adaptarse a la vida sedentaria de un colonizador. No me apetece tumbarme debajo de palma en una playa y holgazanear (imiaginad ahora que torturas me da la vida aqui en el cielo, sin nada que hacer - es tan aburrida...). Por la razón de mi caracter decidí participar en la expedición de Alonso de Ojeda. Por este motivo en el ano 1510 exploré la America Central y Colombia. Pero todo esto ya conocéis de mis entradas anteriores.

Ahora quiero deciros algo sobre otra expedicion - la de Vasco Núñez de Balboa. No pensaba sobre esto mucho - queria viajar mas y mas para explorar unos territorios nuevos. Toda la Tierra estaba abierta para que yo la descubriera! Mirad lo que exploramos con Vasco:
 

Con el pasé el Istmo de Panamá. En consecuencia fuimos los primeros europeos que divisaron el océano Pacífico (bueno, en aquellos tiempos se llamaba el Mar del Sur). Este honor tuvo lugar el 25 de septiembre de 1513. 

jueves, 21 de abril de 2011

Lo que pasó después

Cuando Ojeda se fue, nos quedamos realmente pocos en el poblado. Estaba claro que en esa situación teníamos miedo de que los Indianas nos atacaran.
Durante el primer mes no vimos ningún Indiana. Pensábamos que tenían miedo después de la última lucha, ¡pero no sabíamos que nos equivocamos tanto! Al principio del segundo mes de la estancia aparecieron unos Indianas, pero no nos atacaron. Se mantuvieron al margen del nuestro poblado y me parecía que nos observaban. Después de once o doce días desaparecieron otra vez, para llegar con sus "fuerzas armadas" al día siguiente. Durante toda mi vida nunca había visto tanta gente salvaje. No podíamos luchar con ellos, estábamos pocos. Teníamos que huir como cobardes a La Española. Que vergüenza...

Una sorpresa estupenda


Seguramente queréis saber qué pasó después. Al principio tengo que calmaros: Alonso se curó, pero tenía que descansar mucho, que significa no luchar. Para él (y también para nosotros) eso era algo horrible, porque no sabíamos quién podía comandar nuestra división. Otra vez estábamos en una trampa... Pero lo que pasó después es mucho más asombroso, escuchad. Unos días más tarde Ojeda me llamó a su carpa y dijo que YO (sí, yo) soy éste, que va a comandar en reemplazo de él. No podía creerlo. ¿Yo? ¿Sin ninguna experiencia? Pero vale, quién podía hacerlo, si no fuera yo, verdad? Le prometió a Alonso que iba a hacerlo mejor que él, para que pudiera tranquilamente abandonar el poblado y irse a La Española, donde quería regenerarse.

                                                          Soy yo

To be continued...

jueves, 14 de abril de 2011

La trampa y salvación.

¡Hay que fin de semana tuve!  ¡Buenísimo! Con los espíritus de los reyes, políticos y otras personas importantes que me visitaron en el cielo. Bebíamos y bailábamos todo el viernes. Estoy cansado pero no arrepiento que lo hicimos. Ahora tengo para vosotros un cuento nuevo…
La última vez os dije que Alonso tenía idea del nuevo viaje. Pues lo hizo y llegó a Colombia y con setenta hombres fundó el poblado de San Sebastián de Urabá en Nueva Andalucía. Desgraciadamente tuvo allí muchos problemas con indígenas…En ese momento yo era solamente un soldado y lo recuerdo muy bien que las luchas con esos habitantes belicosos de esa tierra fueron peligrosas y largas. Indianas tenían la condición física muy buena, conocían la tierra. Pero lo más horrible era que usaban armas venenosas. En las luchas murieron muchos hombres, también mis compañeros buenos. Poco a poco Alonso no sabía qué hacer, los indígenas nos atacaban con más frecuencia. Ojeda pensaba en regresar a la Española pero yo siempre le aconsejaba que no lo hiciera por que le iban a llamar cobarde. Estábamos en la trampa. Hablabamos de nuestra situación cada noche durante los paseos alrededor del campamento y al final Alonso decidió pedir ayuda al bachiller y Alcalde Mayor de Nueva Andalucía - Martín Fernández de Enciso. De ese momento vivíamos llenos de esperanza de que los barcos con nuevos soldados llegarían rápido...
                         

Los dias pasaban, tuvimos más y más heridos, nuestras fuerzas bajaban. Los indígenos lo notaron. Y finalmente nos atacaron. La lucha duró casi tres horas, las balas volaban en el aire muy cerca de nosotros. Los hombres morían como moscas... la stuación era horrible. De repente vimos la sombra de unos barcos en el horizonte – en ese momento pensó: ¡ Nuestra salvación ha llegado ! Eso era la verdad. Los hombres de Martín Fernández rápido dominaron la situación. Cuando todo calmó empecé a buscar mi amigo Alonso, pero no le podía encontrar. Finalmente pregunté nuestro doctor en el hospital de campaña y allí le encontré. Su pierna estaba en sange. Me dijo que el jefe de los indígenos le herió con la pica. No se sentía bien y tenía que descanar mucho tiempo para curar su salud. Me alegró de que estuvo vivo, pero estaba preocupado por su salud.  Y aquí mi cuento termina. Pero quiero añadir que ese acontecimiento inició camibios en mi vida, ?cuales? Os lo diré después... Hasta luego.
                           

miércoles, 6 de abril de 2011

Unos barcos misteriosos...


Hola mis fieles amigos. Tengo que deciros que mis chicas guapas no me ayudan mucho. Ahora se preocupan de los exámenes y otras cosas importantes. Ajj pero sólo para ellas ;]. Por eso paso mi tiempo libre solo sin nadie y escribo aquí…
Hoy tengo para vosotros una historia muy breve…

Conocí a Alonso de Ojeda en el año 1508. Lo recuerdo bien porque ese encuentro fue el principio de nuestra larga amistad. Un día cuando pasábamos tiempo en la playa vimos que unos hombres estaban construyendo un barco muy grande. Nos dimos un paso hasta el puerto. Allí hablábamos con trabajadores. Les preguntamos para qué lo estuvieran construido. Desgraciadamente no lo sabían. Solamente nos dijeron que para el rey Fernando esos barcos eran muy importantes y tenía vínculo con algunas nuevas conquistas… Lo recuerdo bien que de ese momento Alonso empezó a pensar de una viaje nueva, de viaje a un mundo desconocido…


Nuevas tierras y nueva amistad.

Alonso de Ojeda

Todavía no lo sabéis pero soy un hombre inquieto y de fuerte carácter, y nunca logro adaptarme a la vida sedentaria del colonizador, aunque a veces estoy harto de mis viajes... Pero quiero deciros otra cosa, más o menos en el año 1508 nuestro rey Fernando el Católico tomó nuevas tierras: entre los cabos de la Vela (en Colombia) y de Gracias a Dios, (en la frontera entre Honduras y Nicaragua), unas zonas muy bonitas. Donde el agua es tan pura que se puede ver la arena del fondo del mar y si tienes suerte colonias de corales y bancos de los peces de mil colores. Algo que no puedo describir – ¡estupendo! Allí el rey creyó dos gobernaciones - Nueva Andalucía al este, gobernada por Alonso de Ojeda y Veragua al oeste gobernada por Diego de Nicuesa. A mí me gusta más Alonso. Es un hombre muy abierto. Si quieres, puedes hablar con él de todo…con él puedes llorar y reírte. ¡Ehh qué tiempos! Tuve con él muchas aventuras, malas y buenas, pero de eso hablaré luego. Te lo prometo.