jueves, 21 de abril de 2011

Una sorpresa estupenda


Seguramente queréis saber qué pasó después. Al principio tengo que calmaros: Alonso se curó, pero tenía que descansar mucho, que significa no luchar. Para él (y también para nosotros) eso era algo horrible, porque no sabíamos quién podía comandar nuestra división. Otra vez estábamos en una trampa... Pero lo que pasó después es mucho más asombroso, escuchad. Unos días más tarde Ojeda me llamó a su carpa y dijo que YO (sí, yo) soy éste, que va a comandar en reemplazo de él. No podía creerlo. ¿Yo? ¿Sin ninguna experiencia? Pero vale, quién podía hacerlo, si no fuera yo, verdad? Le prometió a Alonso que iba a hacerlo mejor que él, para que pudiera tranquilamente abandonar el poblado y irse a La Española, donde quería regenerarse.

                                                          Soy yo

To be continued...

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