lunes, 9 de mayo de 2011

.... la continuación de la tercera expedición a Perú

Luego de la lucha con los Punas nos fuimos bien adentro del imperio de los Incas. Después de unas semanas llegamos a Cajamarca donde nos encontramos con Atahualpa - un gobernante inca. 


Hernando de Soto ordenó a un dominicano Vincente de Valverde y a un traductor ir a hablar con el gobernante de Incas. Valverde le incitó a cambiar su religión para que los Incas fueron cristianos. Quería también que se entregara en el dominio de España. "Si no lo harán, serán nuestros enemigos y en esa situación tendrémos que empezar una lucha" - pensé. ¿Y que hizo Atahualpa? Negó su proposición, luego cogió nuestra Bibila y la tiró al Valverde. ¡Que insolencia! Ya sabíamos que eso fue la señal de ataque. En seguida dispararamos a los Incas y empezamos la lucha. Lo que pasó allífue una masacre... pero no para nosotros ;) Murieron unos 5 000 de los Incas, además encarcelamos a su gobernante. Atahualpa intentaba sobornarme y comprar su libertad. Me propusó muuuchas riquezas y... yo estuve de acuerdo! Pero no estéis preocupados: cuando recibí el rescate (os lo juro - nunca en mi vida no había visto tanto oro) de una vez encarcelé a Atahualpa. Una bromita ;p Luego de un proceso simulado en el año 1533 le mataron... que pena... ;)


En el mismo año ocupamos Cruzco, la capital del imperio. Eso fue la coronación de nuestra victoria y de la ocupación de Perú. El 18 de enero de 1535 fundimos en la costa el Oceano Pacífico la Ciudad de los Reyes que ahora está conocido como Lima. 

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